TEXTO E ILUSTRACIÓN POR BELÉN SEVILLA

 

Para hablar de sexualidad recurro a Venus, que estuvo en Escorpio hace un tiempo y ahora ingresó a Sagitario. Todxs tenemos Venus en algún signo en nuestra carta natal.

Según la mitología, Venus es la diosa romana del amor y de la belleza, y junto a la deidad griega Afrodita, simboliza el deseo y satisfacción. Venus repercute en cómo nos abrimos frente a otrxs, qué nos genera placer, quién o qué nos atrae, cómo seducimos.

Sentir Venus en mi propia carta natal me llevó a repensar todas las cuestiones ligadas a este planeta, y aún más si tenemos en cuenta que transitó el signo de Escorpio dos veces el año pasado, debido a su retrogradación.

Desde siempre, la tradición de los pueblos alabó a figuras masculinas como Cristo, Buda, Apolo, entre muchos otros héroes mitológicos o populares, desde Hércules hasta “El Gauchito Gil”. Las deidades femeninas han sido olvidadas y relegadas, incluso tergiversadas, como sucede con Venus/Afrodita, de quienes se enfatizan los rasgos de la belleza y el amor, en lugar de la propia satisfacción, que es lo que representa realmente.

Si bien cada planeta nos habla de un aspecto de nosotrxs mismxs, Venus nos enfrenta a nuestro placer, nuestra apertura, nuestro goce y, por supuesto, nuestro cuerpo también.

Entender que hay múltiples Venus es ver que hay múltiples formas de sentir el deseo, un deseo que es diferente y particular  en cada unx. Si nos limitamos a la idea de seducción de Venus, me pregunto: ¿Ante quién es esa seducción? ¿Para quién? ¿Es posible pensar a Venus como la propia satisfacción, como nuestro propio goce?

Escorpio, que ya transitó dos veces este signo en 2018, nos habla de lo más profundo e íntimo de nosotrxs mismxs, nos hace vibrar lo más intenso del cuerpo y saca a la luz todo aquello que estuvo tapado durante mucho tiempo, con toda la potencia propia de este signo.

Venus en Escorpio nos da vitalidad, no entiende de limitaciones ni inhibiciones, es por eso que es el signo de la sexualidad, no hay tabúes ni normas impuestas, mucho menos pudor y vergüenza.

Ahora ingresa en el signo de Sagitario y ya no hay rodeos o excusas. El tránsito se estuvo sintiendo de la forma más viva.

Con el ingreso  en Sagitario, el signo de la confianza, llegan las aventuras, el conocimiento y el viaje. Sagitario es la confianza después de la resurrección de Escorpio. Toma todo lo de este signo y se lanza al viaje, a la apertura. Ya no hay excusas para no vivir nuestro deseo con total confianza y vitalidad.

Con Venus en Sagitario, el cielo nos invita a seguir conociendo, a seguir experimentando: no hay límites. Vivir cada experiencia como un nuevo momento para descubrir algo de nosotrxs que desconocíamos ¿Qué mejor que vivir nuestro deseo día a día? Sagitario nos dice que es tiempo de salir, confiar, divertirnos, experimentar. Sagitario es jugársela. La vergüenza y el pudor quedaron obsoletos.

 

Para todxs, feliz Venus, en el cielo y en lxs cuerpxs.