Por Victoria Varela
Ilustra Debra Tempesta
Perdón, soy un boludo.
Perdón, la cagué
Perdón, te cagué.
No quise.
No sé qué me pasó, no pude decirte. No fue a propósito. Me odio en este momento.
Se que me dijiste que compremos, que estaban en el segundo cajón, que los agarre. Tenés razón. Me lo saqué porque se estaba saliendo. Pensé que te habías dado cuenta. Tendría que haberlo frenado. No fue tu culpa. Tendría que. Ya sé que ya sabés que no fue tu culpa.
¿Que me vaya? Pero dale, te digo que no quise hacerte nada malo, cómo me vas a decir que no podés confiar en ninguno más, por favor, no lo pienses así. Si sabés que estoy en la comisión de género de la Orga. Que participé un festival para recaudar fondos para el Encuentro. A mí también me movilizan estos temas. Yo estoy de tu lado. Esto no tiene nada que ver.
Perdón. Te juro que fue con vos nada más. Te juro que siempre me cuido. La pastilla es una mierda, ya lo sé, tenés razón. No tenés por qué saber cómo soy pero te repito: siempre me cuido. Solo estuve sin forro con vos.
Bueno, si querés que me vaya, me voy. Tranquila, no voy a molestarte más. Soy un boludo, tenés toda la razón. Me gustás, ¿lo sabés no?