POR VICTORIA VARELA

Para sus compañerxs del colegio;

Para su mamá;

Para su jefe;

Para la médica que la atiende en el hospital público y le da turno para la ecografía después de advertirle que en este país abortar es ilegal;

Para el tipo con el que cogió;

Para el consultorio privado;

Para el Estado.

 

 Antes de llevarla a una sala fría, metálica, atemporal, donde le piden que se saque la ropa de la cintura para abajo, se ponga la bata y se acueste hasta que llegue el médico, a Eli le cuentan en la cara, billete por billete, la plata con la que paga el aborto ilegal. Se la dio el tipo del que quedó embarazada, el hijo del dueño de la veterinaria donde Eli (Mora Arenillas) trabaja después del colegio para sostener un hogar de dos.

Invisible, film del 2017 dirigido por Pablo Giorgelli, es una fotografía de la soledad de una chica de diecisiete años que bucea entre la falta de información, el vacío estatal, el miedo y el mercado del aborto clandestino.

 Al final su propio instinto de supervivencia la lleva a actuar: buscar vida entre tanta naturaleza muerta, buscarse hasta encontrarse en un silencio que convive con lxs cineparticipantes durante los ochenta y siete minutos de la película. O tratar de rebelarse ante el pesado puño que la empuja, la presiona, la obliga a caminar contra su voluntad; ponerse la bata contra su voluntad; esperar boca arriba contra su voluntad. Quién sabe qué tipo de aparato moral, privado y “profesional” que resolverá los problemas de otrxs. Un monstruo que se le avecina en cada eco que retumba en la habitación. Su respiración se agita ante el miedo de eso que hasta el momento habita solo en su imaginación, nacido del boca en boca, fogueado por la Iglesia Católica, distribuido por la institución de la familia, amparado por el punitivismo -jurídico y social- y sustentado en la cultura patriarcal que nos grita “¡hubieses cerrado las piernas!”.

 Eli no sabe qué cosa estará subiendo por el ascensor. No sabe qué va a pasarle, no sabe cómo se hace un aborto. Nadie se lo enseñó, nadie le anticipó. Ninguna ley estará de su lado si algo falla. Ninguna vida estará de su lado si algo falla. La de ella, tampoco.

Invisible es respirar en el medio de tomar una decisión.