LO HICIMOS: ES LEY

Crónica fotográfica de la vigilia del 29 y 30 de Diciembre de 2020 en Congreso de la Nación (CABA).

imagenes por Ailu Montañez, Belén Ranelli y Gabriela Nuñez.

texto por Ailu Montañez y Victoria Varela

El aborto es ley, lo hicimos. Con las emociones todavía a flor de piel, la madrugada del anteúltimo día del año en que la pandemia reconfiguró modos, cuidados y costumbres, el Aborto Legal Seguro y Gratuito pasó a ser una conquista colectiva sobre un derecho disputado históricamente por organizaciones feministas. En el día después, recopilamos las militancias pasadas y presentes que nos permitieron festejar que el aborto es, finalmente, legal, seguro y gratuito.

En 1988 se creó la Comision por el derecho al aborto, encabezada por Dora Coledesky. Casi diez años después “El aborto ilegal asesina mi libertad” titula un álbum de rock de fun people y she devils en 1997.  Es que desde 1921 Argentina tenía, en su código penal, el artículo 86 que sólo permitía el aborto por causales del estilo: “Cuando corre peligro la vida o la salud de la mujer, cuando el embarazo fue fruto de una violación o de un atentado contra el pudor cometido sobre una mujer idiota o demente”. Al 30 de diciembre del 2020, casi cien años después, seguía vigente.

La historia de la lucha por el aborto legal es un hito dentro de un movimiento político más amplio, heterogéneo y milenario que hoy llamamos feminismo(s). Desde 1973 que el Frente de Liberación Homosexual militaba el aborto legal en el país junto con otras agrupaciones en diversas volanteadas. Más tarde, allá por los 2000 (años complejos a nivel país) algunos documentos como los de la Peatonal Feminista en pleno centro porteño aglutinaban lesbianas, bisexuales y mujeres en torno a muchas consignas que hasta hoy seguían -siguen- vigentes: violencias, autonomía, soberanía, igualdad de derechos. 

Con trayectoria militante de larga data, ya habían sido las Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto quienes crearon la Línea Aborto: “más información, menos riesgos” en el año 2009, un espacio de consulta e información sobre aborto con medicamentos. Más tarde, en el 2012, publican el famoso “Cómo hacerse un aborto con pastillas”, manual que compiló las respuestas a todas las preguntas que una persona con capacidad de gestar podía imaginar a la hora de decidirse por la interrupción del  embarazo. En el prólogo manifiestan que son “parte de la transformación cultural de la Patria Grande, convencidas de que la profundización del modelo significa el fin de todas las proscripciones y el comienzo de una época de libertades y pluralidades donde todxs estemos incluidxs.”

En paralelo, se lanzaba la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito bajo la consigna “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”, movimiento que reunió, luego del Encuentro Nacional de Mujeres del 2003, a un conjunto de organizaciones y grupos feministas que entre el 2005 y 2020 militaron el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del embarazo, presentado en reiteradas ocasiones frente al Congreso de la Nación. 

Para el 2018, año en que la vigilia como modo de presencia, lucha y aguante político llegó para quedarse, los feminismos teníamos saldado, tanto en la esfera pública como en la privada, el peso del tabú y el peligro de la urgencia. Así, en el debate en torno al aborto confluyeron los años de militancia por parte de diferentes organizaciones y colectivos feministas y una tensión tan clara como injusta para quienes habían pasado recientemente la puerta de entrada que fue el movimiento Ni Una Menos: la maternidad será deseada, o no será. 

Reiteramos, es una práctica milenaria, que desde hace siglos tiene una historia de persecución social y moral sobre los cuerpos leídos como feminidades, que hoy sabemos, es más amplio aún. Por eso es importante resaltar las trayectorias, porque el movimiento LGBTTIQNBA puso de relieve que lx sujetx políticx de esta lucha fueron y son las personas gestantes, con la diversidad de identidades de género que allí pueden caber. Esa también es otra conquista de introducir un debate social y masivo que escaló a los niveles conocidos en los últimos años.

ES LEGAL O CLANDESTINO pasó a ser el piso post- rechazo del Senado en el 2018. Nos fuimos sin la ley pero con un debate instalado a nivel social y un territorio de disputa claro.  Tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, sobre nuestros proyectos de vida. Derecho al goce. A que no sea una condena nacer con útero. 

Así llegamos al año 2020. Con un cambio de gobierno en el medio, el Poder Ejecutivo envió un proyecto de ley para debatir al Congreso Nacional, donde tuvo su primera instancia en la sesión de Diputadxs de la Nación el 10 y 11 de diciembre, otorgando la media sanción que posibilitó el segundo escalón del debate parlamentario en el Senado, la tarde-noche del 29 de diciembre del mismo año. La votación que nos dió la ley, ocurrió el 30 de Diciembre a las 4:12 de la madrugada. La ola de euforia, todavía la sentimos en el cuerpo y sospechamos, no se irá más.

Por todas las confluencias, que no agotan este relato, festejamos. Hoy tenemos un derecho más conquistado.

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Historia de una desobediencia. Aborto y Feminismo. ⎸Línea Aborto: más información, menos riesgos ⎸ Cronología de los intentos de legalización del aborto – Página 12Historia de la Comisión por el Derecho al Aborto – Campaña Nacional por el derecho al Aborto Legal, Segur y Gratuito.  ⎸ Potencia Tortillera (archivo digital)