por Ailén Montañez
ilustración: MOLI MOLI
Nos volvemos en la moto desde Niceto Club ¿Me agarro de la cintura, de tus piernas, o del fierro de atrás de la moto? No te quiero incomodar, apenas me apoyo sobre tu campera.
Llegamos a destino. Subimos. Cenamos. Pienso en cómo vencer las distancias de la mesa después de la cena. Abro una cerveza. El foco de nuevo en tu presencia, como para convencerme y agarrar valentía desde ahí. Necesito vencer esta resistencia y traducirte en besos las ganas que tenía de verte. ¿Lo pensé en Niceto? Lo pienso en la cena.
Si estás pensando en darle un beso, ya se lo tendrías que haber dado. Flashbacks que resuenan en mi cabeza. Se hace tarde, vos trabajás mañana. Supongo que este es el momento en el que te abro la puerta de casa, te vas y se nos escurre otra noche más entre las manos. Tu mochila lista, tu campera puesta. Me abismo en la distancia socialmente aceptada entre personas que no se desean recíprocamente. Te beso. Es un beso eléctrico, magnético. Más lindo que el de la última vez. Vibramos.
Mi mano entre su remera. Mis manos buscan las zonas que jamás experimenté. Ahora vienen los chistes para vencer este salto que acabo de dar al vacío. “Es como volver a ser virgen”. Por lo menos yo le haría más fácil las cosas a una aprendiz: no uso corpiño. Ella, sí.
Reviso mi manual de experiencias previas, ¿cómo se hace esto? ¿con una mano? ¿con dos? Tal vez yo pueda… Arriesgada, quise saltar todos los niveles, quise jugarle una guerra de experta al miedo de principiante frente a dos ganchitos de metal. Podría haber tardado más, ¿Podría? No lo sé. Hollywood no nos enseña de temporalidades y pausas en una cama. Disney no cuenta historias sobre princesas encamadas. No hay enciclopedias visuales, no hay manual, no hay tutoriales: solo una norma que inhabilita estos posibles.
Reviso mi manual de experiencias previas. ¿por qué no tenían esta armonía? Las pulsaciones marcan el ritmo que intento controlar: tampoco nos enseñan sobre las ansiedades de lo nuevo. Y hoy todo es ansiedad ¿Cómo resolver las dudas en lo inmediato? ¿como si fueran notificaciones? ¿las marco como leído? ¿cómo? Si las emociones obedecen a otro tipo de procesos y pausas, a otra temporalidad.
Creemos, creamos. Me aventuro, desafío una identidad. Este año no viajé al encuentro de mujeres, tenía que encontrarme primero conmigo misma, entre mis manos y dos ganchitos de metal. Dos pares de piernas y unos cuantos párrafos. Acá.