POR LORENA BERMEJO
FOTOGRAFÍAS DE JULIETA PONCE
Por Rivadavia se ven algunos focos naranjas: no son conteiners en llamas ni bombas molotov, son fogatas y rondas para calmar el frío y el dolor. Una angustia profunda y colectiva. Un suspiro más dentro de todxs lxs que damos una y otra vez, no para resignarnos, sino para tomar fuerzas y arrancar de nuevo. La calle ya votó, porque hoy fuimos miles resistiendo el viento, la tormenta, el patriarcado que sigue poniendo sus votos para definir nuestras libertades.
Unas horas antes de que terminara la votación, la Campaña por el Aborto Seguro Legal y Gratuito se reunió en conferencia de prensa: “Si no es ley hoy, será el año próximo. Las que pasamos a la historia somos nosotras”. Seguiremos luchando, no contra un partido azul sino contra un sistema entero, un sistema patriarcal y capitalista que no hace más que amoldar las instituciones a sus necesidades. Afuera llueve, pero la música sigue y bailamos para combatir el frío. “Hoy lloré muchísimo. En algunos momentos de felicidad y en otros, de angustia” dice Agustina, que tiene dieciocho, es de Varela, y vino con su amiga Selena: “Lo único importante es entender que hay mujeres que se mueren por los abortos clandestinos”, agregan a dos voces.
En el escenario Lohana Berkins empieza la Batalla de Freestyle. Una de las raperas toma el micrófono y pide un grito muy fuerte, “que sea un grito de placer”, dice y el público responde. Del otro lado, en el escenario Dora Coledesky, homenaje a la histórica activista de la Campaña, suenan Las Taradas, esa banda feminista que no puede faltar, y mucho menos si se suma la voz de Ana Tijoux, que nos sorprende a eso de las dos de la mañana para hacer esta fiesta mucho más linda. A media cuadra, una pantalla gigante con la sesión, donde quedan pocos discursos para el voto final. “Estar acá es un lugar seguro. Para mí es muy importante estar rodeada de gente que busca lo mismo que yo”, dice Sol, de veintiún años, que asegura salir a la calle las veces que sea necesario “hasta que sea Ley”.
No podemos decir que estamos desilusionadas. Estamos tristes, estamos cansadas, mojadas de tanto esperar debajo de la lluvia. Pero estamos fortalecidas, empoderadas, seguras de que si no es hoy será mañana, porque el aborto legal seguro y gratuito será Ley, y quien lo niegue, mejor que se abra paso, porque vinimos para quedarnos y acá estaremos les guste o no, haciendo historia.