Por Daniela Clarke, Gabriela Nuñez, Chulijandrina, Silvana Gonzalez Riggio y Costanza Manetti
Texto por Lorena Bermejo
En las calles, juntxs, nos sabemos fuertes. En las miradas nos reconocemos, y en ese sentir colectivo crecemos y alimentamos nuestras luchas. Pero nos siguen matando. Seguimos soportando el patriarcado en nuestros trabajos, en nuestras relaciones. Por eso es necesario batallarlo entre todxs: compartiendo experiencias, aprendiendo de le otrx, asumiendo errores. No somos un colectivo homogéneo ni el feminismo existe de una sola forma. Nos reconstruimos en cada debate, mutamos. Seguimos exigiendo nuestros derechos. Por eso levantamos nuestros pañuelos verdes para reclamarle al Estado el aborto libre, seguro y gratuito. Por eso exigimos Educación Sexual Integral, para conocernos y autogestionar nuestros deseos. Seguimos escrachando a todos los violentos: artistas, empresarios, políticos. No nos sirven los carteles, ni las publicidades, ni las banderas, si no se materializan en acciones concretas. Queremos hacer el mundo de nuevo. Prendemos un fuego para tirar todas nuestras miserias, para quemar todo lo que nos duele. Nos reinventamos, nos abrazamos, y resistimos. Nos paramos.