De rosa a verde: Una transformación que tiene historia

“La mayoría de los compuestos que constituyen la cúpula del Congreso de la Nación presentan estados de oxidación: El color salmón inicial expuesto al aire se torna rojo-violeta por la formación del óxido cuposo (Cu20) para ennegrecerse posteriormente por la formación de óxido cúprico (Cu2O) que largamente expuesto al aire húmedo forma una capa adherente e impermeable de carbonato básico color verde característico de sus sales denominada «cardenillo»”.

Anónimo

Por Agustina Verdi
Fotografías de Costanza Manetti y Silvana G. Riggio

Caminar por Avenida de Mayo en dirección al tránsito habitual. Abandonar la vereda, sin miedo a la embestida de un colectivo. Caminar a paso lento por el medio de la calle avistando el objetivo. La cúpula del Congreso se puede ver a siete cuadras de distancia.
Avanzar despacio, a sabiendas que la jornada será larga.

Cruzarse con pañuelos verdes como el que está en mi cuello, como los que hace varios meses coinciden en subtes, trabajos, parques y supermercados. Nos reconocemos en la lucha, en cualquier lugar y circunstancia. Hoy no hay casualidad. Es una cita pactada que inició a las 12 hs y que continuará hasta la mañana del jueves 14 cuando Luis Monzó, presidente de la Cámara de Diputados, anuncie el resultado de la votación.

Estamos reescribiendo la historia como mujeres. ¡Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir!”, escucho cada vez más claro a medida que me acerco al escenario montado a media cuadra, justo en la esquina de Callao y Perón. Nervios, como si fuese la primera vez que estoy en la plaza. Todas las experiencias previas de lucha confluyen acá, ante las novatas, que empezamos a buscar nuestras primeras respuestas. Estamos preparadas para recibirlas con el cuerpo.

Frazada en los hombros y abrazo sororo para aprovechar hasta el último centímetro de polar: que la espera no nos hiele los huesos es el desafío. Avanza la noche. Luces más tenues, fuegos que se resisten a extinguirse, como la multitud autoconvocada que aguanta desde hace 15 hs la ola de frío.

Mientras tanto, el Congreso sigue despierto y sesionando. Diputadxs exponen argumentos a favor y en contra del proyecto de ley que pretende que el estado garantice el aborto legal, seguro y gratuito.
El edificio no modifica su postura erguida, inquebrantable: no se contrae frente a la crudeza climatológica. Podría decirse que no sabe del paso del tiempo si no fuera por la cúpula rosada, rojo-violeta y posteriormente verde óxido que -según averigüé antes de venir- mutó del color original con los años.

“El Congreso es como las mujeres de la Campaña”, dije a lo bajo, pero nadie me escuchó. Después de cebarme un mate bien largo, miré hacia adelante y pensé que el color de la cúpula del Congreso se viene gestando hace años, como la lucha de las mujeres de la Campaña. Para que hoy sea el verde de una ley, de una lucha que la sociedad se apropió como legítima y que hoy llega a tratarse en este parlamento. Estas mujeres hicieron mutar la historia, así como a lo largo del tiempo las adversidades naturales hicieron mutar los colores de la cúpula del Congreso.

Hoy, 13 de junio de 2018, tras doce años de tocar la puerta sin llegar al recinto, estas mismas mujeres están acá tan verdes y empoderadas como el óxido de la experiencia lo permite. Rompieron con el rosa de buenos modales y madre protectora que se les impuso. Indignadas, se enrojecieron cuando identificaron la desigualdad por condición de mujer a la que se enfrentaban. Con esa misma energía roja que provoca el saberse oprimida, encararon la formación y el recorrido feminista que las convirtió en violeta empoderado. Marta Alanis, Dora Coledesky, Olga Cristiano y tantas más compañeras históricas de la
Campaña cambiaron el lila de los pañuelos por el verde actual y diseñaron en papel un proyecto que contuviera: Educación sexual para

decidir, Anticonceptivos para no abortar, Aborto legal para no morir.

Ya de día, el resultado de la votación del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo se hacía esperar y al amanecer José Luis Riccardo, diputado de San Luis, afirmó que su voto sería positivo. La balanza se inclinaba definitivamente a favor; sólo quedaban los discursos de cierre. La oficialista Silvia Lospennato terminó su exposición llorando y algunas desde afuera nos secamos las lágrimas con disimulo, con el alma a punto de explotar de la ansiedad.

A las 9.32 se anunció el resultado de la votación. 129 votos a favor, 125 en contra y 1 abstención. La media sanción provocó un aullido multitudinario desde afuera que hizo temblar todo el Congreso y sus alrededores. Afortunadamente mi alma se quedó en mi cuerpo. Adquirió una energía renovada, casi fresca, que borró el peso que cargaban hasta recién mis párpados. Con esa fuerza sorora nos abrazamos, cantamos, agitamos banderas, pañuelos, bombos y platillos. Un megáfono nos ayudó a asimilar la realidad: ¡estamos haciendo historia compañeras! Lágrimas cómplices de un sueño que se realiza y la certeza de saber que con la lucha en la calle, el edificio cede ante el color verde de su cúpula. Verde que se filtra y tiñe el salón de la Cámara de Diputados y próximamente llegará a inundar la Cámara de Senadores.