REDACCIÓN PEUTEA
FOTOGRAFÍAS DE LUCÍA BARRERA ORO, GABRIELA NUÑEZ Y ORNELLA RUOTI
“Qué momento, qué momento. A pesar de todo les hicimos el encuentro”
El 12, 13 y 14 de Octubre se llevó a cabo el 34° Encuentro Plurinacional y Disidente de mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, intersex y no-binaries en la ciudad de la Plata en territorio Querandí.
Dicen que lo que no se nombra no existe. Por eso llamar a este encuentro “somos plurinacionales, somos disidentes” no es una casualidad.
El coro permanente del público cantando“plurinacional y con la disidencias” no pudo ser acallado. Se subió el volumen de la música, se apagaron las pantallas que mostraban a lxs asistentes y aún así, el grito colectivo pudo hacerse notar. Una batalla ganada para muchxs compañerxs que no se sienten representadxs bajo el rótulo mujer.
El carácter plurinacional es una bandera común para un nosotrxs más amplio que excede a las fronteras de “la nación”. Las comunidades originarias que preexisten al estado, lxs migrantes, lxs que no se reconocen dentro de las fronteras políticas de un país, ¿están excluidxs del Encuentro? El carácter plurinacional nos habla justamente de la pluralidad cultural de vínculos territoriales y de hermandad de luchas que existen tanto al interior del país como la reivindicación de las causas que emergen de la región.
Significa además la inclusión de los feminismos que interseccionan problemáticas de las y les compañerxs originarias, afrodescendientes, trabajadoras de la tierra, mujeres y niñas campesinas y migrantes. Lejos de enraizarnos para esencializar una lucha colectiva “de las mujeres”, se trata de construir desde la diversidad, de tejer una gran red de la Abya Yala, darnos ese lugar para debatir las políticas que nos alberguen.
El encuentro intenta desde hace 34 años ser la base de los consensos que permitan acompañar a un movimiento cada vez más organizado, empático, resistente y alternativo al modelo capitalista, extractivista y neoliberal.
Pero no hay encuentro sin las disidencias: lesbianas, trans, les no – binaries, intersex, las travas, bisexuales, les que intensificamos los debates allí donde la norma cristaliza identidades. Plantamos la crítica, visibilizamos y percibimos nuestrxs sexualidades de inherente policiticidad.
Es plurinacional y con las disidencias
Desde el viernes los pronósticos climáticos comenzaron a concretarse: gotas implacables que pronto se acumularon y causaron inundaciones en gran parte del casco bonaerense. La Plata no fue la excepción: las carpas en la Plaza San Martín resistieron, aunque sin feria el Encuentro parecía no empezar. Y entre rumores y pequeños grupos, la sabiduría popular de nuestras ancestras:cruz de sal, cuchillos sobre la tierra, danzas rituales.
Según la cosmovisión de nuestros pueblos kuná (hoy Panamá), hay simbología en todo acontecimiento político. La madre naturaleza está profundamente conectada al cuerpo. Antes de las divisiones en el mapa, la red de la Abya Yala concebía un horizonte que contenía a los pueblos de un territorio en florecimiento. Antes de la invasión española, América Latina tenía su propio orden, sistema económico, de salud, culturas con sus propias complejidades y sabidurías.
La importancia de volver a construir espacios de sanación y transmisión de conocimiento ancestral, conectar con lo que sentimos y seguir poniendo en debate, cómo nos relacionamos entre nosotrxs y con la tierra que habitamos frente a la imposición de un sistema patriarcal que discrimina y excluye.
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ES CON LAS DISIDENCIAS
Universidades, terciarios, colegios nacionales. Los 114 talleres y conversatorios se extendieron por toda la ciudad. Las ferias rodearon las aulas: pan relleno, torta fritas, empanadas veganas. “Son como hormiguitas”, una mujer mayor de La Plata se sorprendía de la multitud : pañuelos verdes, banderas, pilotos de lluvia y siempre el mate en mano.
Este año, las diferencias dentro de la comisión organizadora del encuentro se hizo más evidente: no sólo la no aceptación del nombre inclusivo, sino el silenciamiento de un puñado de talleres y la imposición del “mujer y” a todas las temáticas, animó, al interior de las comisiones, la discusión sobre la construcción política que se está imponiendo en el Encuentro en los últimos años.
En esa ventana, hay una lesbiana. En ese balcón, hay un maricón.
Dentro de la masiva marcha del domingo, el canto de las disidencias, encolumnades bajo la bandera del Encontrolazo, sonó como una ola. Trolxs descontroladxs gozando, gritando y visibilizando, besándose de a muchxs, twerkeando y compartiendo faso en las calles de la Zona Roja y la Zona Rosa, sus lugares de yiro y resistencia.
El 3ncontrol4zo fue, sin duda, otro de los eventos protagonistas de esta masiva juntada feminista.
Los días previos al Encuentro, la confusión en las redes sociales crecía con la aparición de su cuenta de Instagram que promocionaba un Encuentro paralelo, desvinculado del “oficial”, donde les mostris disidentes de la norma hetero-cis-patriarcal se desorganizaban de las opciones excluyentes que ofrecía la Comisión Organizadora del Encuentro Nacional de Mujeres.
Desde temprano, en Casa Unclan retumbaban los bajos del neoperreo y los colores fosforescentes en las cabezas iluminaban el ambiente nublado de La Plata. Al entrar a este lugar te subías a una ola de originalidad salvaje, abrazadora. Derrochando estilo estaban les feriantes vendiendo remeras de activismo gorde, lencería erotica y mucho pero mucho dildo.
El aura del Encontrolazo era de fiesta y libertad, y los talleres deconstruían el binarismo dominante de las polémicas propuestas oficiales que aclamaban el “mujer y” adelante de cada temática. Se trata de hundir las manos en la masa: “Les Bicibles: taller de mecánica para bicicletas”, “Iluminadxs y eternxs: taller de electricidad”, “Lacia, rizada, pelada: taller de peluquería púbica” ¡Basta de pedirle a un chongo que haga los arreglos eléctricos de tu casa! Hacelos vos misme. Les troles también nos cuidamos entre nosotres, porque astutes y con calle, sabemos que no podemos pedírselo a un Estado con raíces machistas. El taller “Cómo nos cuidamos y sostenemos entre troles”, solo para trabajadorxs sexuales, es una puesta en práctica de esta postura.
El Encontrolazo, innovador y disruptivo, puso en jaque, con uñas postizas y estrases, al movimiento feminista.
Somos la fuga de lo normado decidiendo desde la periferia explotar en el Encontrolazo.
Dentro del Encuentro “oficial”, el recorte afectó particularmente a las disidencias sexuales. Desde el Taller de Activismos Lésbicos en la Facultad de Humanidades, se pronunciaron: Cuando la militancia de lesbianas termina siendo tributaria a la agenda de mujeres es urgente repensarnos. Repensar nuestras prácticas y activismos, nuestros reclamos específicos. Las lesbianas siempre estuvimos en el encuentro, pero seguimos peleando por que sea “activismo lésbico” sin el prefijo “mujer” que nos subordine a una categoría con la que no siempre se coincide.
Uno de los proyectos participantes del taller fue preservativos para vulvas. Una demanda de salud pública, que afecta a todxs les lesbianxs que hoy no cuentan con métodos de profilaxis acorde a sus cuerpas en las farmacias. Un protocolo ginecológico para que no asuman nuestra heterosexualidad, y para que no nos invisibilicen en nuestros cuidados.
La importancia de la visibilidad lésbica es fundamental para poder no sólo afirmar nuestra existencia como resistencia, sino hacerla posible ¿cómo logramos proyectarnos si no tenemos donde vernos? Por eso, las compañeras de alerta torta Cordoba plantearon una propuesta: hacer un encuentro plurinacional lésbico el proximo año, en la fecha de los 10 años del asesinato de la pepa gaitán. El 7 de marzo, día de la visibilidad lésbica, podrían confluir nuestras visibilidades y nuestros reclamos políticos: basta de lesbo-odio.
Otra forma de hacernos visibles, más allá de nombrarnos, es a través del goce: toda fiesta es política fue la síntesis de otra necesidad de encontrarnos.
Frente a esto también nos preguntamos ¿Todas las personas tienen la posibilidad de ser lesbianes, lesbianas? No sólo desde la visibilidad, sino desde la contención. La trama de redes afectivas que unx puede tener en su cotidiano muchas veces es un privilegio que no es evidente. Quien quiere salir del closet no es lo mismo que quien puede, y aun pudiendo y queriendo ¿qué hay fuera del closet? ¿Nuestras amistades son heteronormadas? ¿Cómo generamos entonces los espacios de contención y encuentro en esta transición? Hasta que llegue el momento en que la sociedad toda se asuma diversa, nos falta un tramo. Por eso es urgente atender que los afectos por más deconstruidos que parezcan, muchas veces no nos pueden contener: la soledad que se vive hay que salir a pelearla, y a militar los espacios de encuentro. ¿Por qué te pensas que nos tildan de endogámicas? Un poco de buscar empatía y entendimiento desde la experiencia es lo que hay detrás. Hay que desjerarquizar la amistad, ponerla en el centro, validarla e igualarla, y no subordinarla a los vínculos de pareja.
Hablar de visibilidad no es solo nombrarnos y encontrarnos, militar en nuestros espacios, sino también poder pensarnos ¿a quiénes leemos para pensarnos? ¿dónde está nuestra historia lesbiana para poder recorrernos y construirnos como sujetxs? Higui ya lo dijo: yo gracias a ustedes [les feministas] supe reconocerme.
Las violencias nos atraviesan como sociedad heteronormada y sexista ¿Cómo podemos no seguir reproduciendo esos mecanismos? Ser lesbianx no es necesariamente ser feminista, y los caminos del lesbianismo y feminismo se cruzan pero no son lo mismo. Cuestionarse-nos nuestras prácticas como lesbianas para permitirnos tener relaciones más sanas ¿Qué heredamos de la matriz hetero que tanto pregonamos no ser? ¿Traspolamos modelos de pareja hetero a la pareja torta? ¿por qué? ¿por qué es lo conocido? ¿y si inventamos nuevas?
¿Y en el ámbito público? Por fuera de los dos o más que conformen redes sexo-afectivas, está la cuestión social. Cómo actuamos si dentro de los colectivos unx compañerx violenta a otrx, es una demanda a pensarnos que surgió clara. Otra, cómo actuamos si nos violentan a lxs lesbianes en espacios públicos: civiles o la gorra. Existe hoy día también un mapeo de violencias hacia identidades lesbianxs .
Esta claro que la solución a todas estas problemáticas que nos atraviesan no la tuvimos como colectivo, pero sí nos quedó algo enorme: “Contenernos en red. Es la base con la que contó el taller. Un piso para seguir debatiendo los próximos encuentros.”.
Siendo clave en la agenda de género plantear los ejes que mantengan coherencia con las demandas en Educación Sexual, la cuestión por el respeto hacia la diversidad sexual y autopercepción de las identidades fue uno de los ejes del taller de personas no- binaries:
Este día es histórico: es la primera vez que nos encontramos, que nos vemos. Nos urge la necesidad de nombrarnos y formarnos en un feminismo amplio, histórico y por sobre todo, empático. Necesitamos que dejen de preguntarnos por qué asumimos nuestra identidad, necesitamos dejar de ser un objeto de estudio. La palabra se pone en crisis cuando excluye y el énfasis está hoy en nombrarnos – y ser nombrades- por quienes realmente somos. Ese es un privilegio del cual les no binaries no gozamos en nuestra cotidianeidad.
Es importante que entendamos entonces, la importancia de reivindicarnos constantemente, por más que resulte agotador. No es que no tengamos género, nuestro género es no binario.
Señor, Señora, no sea indiferente: nos matan a las travas en la cara de la gente
Cae la tarde del sábado con una buena noticia: ya no llueve. Desde las escuelas y universidades, lxs encuentrerxs nos reunirmos en 1 y 58, el punto de encuentro para iniciar una marcha que se aleja de la zona más neurálgica de la ciudad y se adentra por calles de la zona roja: la marcha contra los travesticidios, por segunda vez presente en la agenda oficial de actividades en el marco del Encuentro.
La zona roja fue la elegida porque la prostitución es el trabajo obligado de muchas travas y trans al encarnar su identidad. Hay una sociedad y un Estado que las excluye y por eso las banderas coloridas del orgullo y la diversidad se agitan al reclamo del cupo laboral trans que asegura al menos un 1% del trabajo ofertado por el Estado y las empresas privadas.
Las paredes del barrio también están teñidas de dolor, entre las calles 1 y 63 un mural con la cara de Johana Ramallo, la joven de 23 años que fue secuestrada para la trata de personas y hallada muerta en Berisso en 2017, confluye con la mirada y la memoria de quienes marchan. Allí fue la última vez que la vieron antes de que pasaran los 21 meses que hicieron falta para encontrar su cuerpo.
Las niñeces trans también presentes, tras una bandera que pide respeto y libertad. Respeto a ser quien se desea ser, a sus cuerpos y la decisión de no responder a las categorías binarias impuestas socialmente y repudio a un sistema médico que mutila e interviene violentamente cuerpos para que se acaten a la norma.
La incomodidad de lo diferente se llevó y se sigue llevando cientos de vidas, por eso el orgullo es una respuesta política, y la visibilidad de estas formas de odio contra las minorías es una necesidad urgente. Señor, Señora no sea indiferente, nos matan a las travas en la cara de la gente. El canto recorre la calle y busca llamar la atención de los testigos de la marcha, se levanta en dirección a los rostros curiosos que asoman desde los balcones para ver la columna de largas cuadras platenses que avanza por la ciudad.
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ES PLURINACIONAL
Es con los feminismos del Abya Yala
La asamblea de pueblos indígenas Latinoamericanos Abya Yala, que inició a las 12 hs del domingo en plaza San Martín estuvo en congruencia con lo planteado en el taller de feminismos migrantes. Sobretodo el llamado a la solidaridad de aquellas que puedan intervenir. Se transmitió un mensaje claro: Latinoamérica es un único territorio, hay que reconocernos como una comunidad.
Los Estados intentan separarnos para debilitarnos a través de la imposición de fronteras.
Debemos alejarnos de la lógica del sistema cargada de colonialismo Europeo. Nuestras luchas contra el machismo y contra el capitalismo salvaje son similares en todo el territorio y el enemigx no es unx ciudadanx del país hermano, sino un sistema que explota recursos naturales y que enfrenta poblaciones del continente entre sí.
Sabernos en territorio Querandí nos permite pensar las culturas de la tierra que han sido invisibilizadas. La mesa de compañeras indígenas inició con un saludo al sol y a la luna propuesto por Lolita Chaves, referente maya guatemalteca, continuó con saludos y testimonios de compañrxs, de Brazil, Chile, Venezuela, Honduras, Perú.. Hubo un especial mención al conflicto en Ecuador por la represión que está llevando a cabo el presidente Lenin Moreno. Hablaron varias referentes mapuches entre las que estaba Ninoska Pallakura, exigiendo justicia por el asesinato de Macarena Valdez en Chile, que se sumó a la lista de compañerxs que al igual que Marielle Franco de Brasil, Lohana Berkins, Diana Sacayán de Argentina, Berta Cáceres de Honduras, nos han arrebatado. Muchas fueron las voces del continente que se hicieron escuchar, muchas las encuentreras que en la plaza repleta silbaban, cantaban y aplaudìan. Golpeaban repetidamente sus bocas con una mano y gritando sostenidamente. En este acto ritual, convocaban a las brujas y chamanas originarias de la tierra.
“El feminismo villero por naturaleza es plurinacional”
El debate no termina con la problemática de las disidencias, dentro de los talleres hay otrxs ejes estructurales entre lxs que están lxs compañerxs villerxs y de barrios populares.
¿Se puede pensar en una lucha de igualdad en un contexto donde salud, educación, trabajo son derechos vulnerados? ¿Cómo es el feminismo para lxs pobres?
“Pobreza es perder la identidad, pobreza es una problemática multidimensional y la pobreza económica determina las demás. Se manifiesta en la mala división del trabajo, la participación es menor y desigual. Para no repetir esas lógicas arcaicas de hombre proveedor-mujer cuidadora, debemos preguntarnos si somos sujetas vulnerables o sujetas de hecho y derecho”.
Taller de feminización de la pobreza
Hay que estar unidxs en lucha colectiva para hacer eco de lxs sujetxs vulnerables. Es necesario dimensionar que las falencias son cada vez màs grandes y no estàn siendo visibilizadxs. El cerco mediático y social, impide tambièn que los responsables den respuestas y por eso la importancia de colaborar desde nuestros espacios políticos y con las herramientas al alcance, como tarea urgente.
Más que pensar cómo llevar feminismo a los barrios, es necesario pensar cómo integramos el feminismo de los barrios al movimiento. El feminismo villero por naturaleza es plurinacional. Debemos pensar en sumar, en colectivizar el poder, no en acumularlo. Que el feminismo sea transversal y represente a los diversos sectores en sus complejidades. No vamos a criminalizar compañeras de los barrios porque no se cuelguen un pañuelo verde. Lo que nos unifica es ser parte de la clase trabajadora.
Taller de feminismos populares
El principal enemigo es el Estado, y más en contexto de macrismo porque es imposible profundizar en cuestiones de vínculos, educación sexual, erradicación de violencia familiar y otros derechos por ganar si no está resuelta la necesidad primera del hambre.
Las intervenciones en el taller “feminismos populares” apuntaron a construir una alianza entre compañeras universitarias y compañeras de los barrios, que sean ellas las que lleven las experiencias de cómo abordar problemáticas en territorio y no al revès, ¿Quién mejor para hablar del barrio que las personas que allì viven y se enfrentan dìa a dìa con los desafìos de vivir en un territorio donde el Estado e instituciones estàn totalmente ausentes? Se trata de escucharlas y a partir de eso traducirlo académicamente con proyectos de ley, de intervenciòn planificada, de inclusiòn social, con herramientas de acompañamiento y mejora real de las condiciones de lxs vecinxs de lxs barrios.
No sirve ser objeto de estudio de cientos de trabajos si va a quedarse en una tesis de posgrado. Hay que hacer lazos sociales reales y romper la lògica de acercamiento a los barrios como quien analiza la otredad. Porque sino, seguimos reproduciendo las formas del sistema de jerarquìas del patriarcado y del patriarcado no queremos nada.
Es con los feminismos migrantes
Yésica es paciente oncológica. Es colombiana y así se presenta la primera vez que habla. La segunda vez, levanta la mano para pedir que estemos unidas, en red. Yo me pregunto cómo hubiera sido si hubiera tenido una red de mujeres migrantes que me acompañara durante mi enfermedad. Ahora yo estoy bien, pero sé que hay compañeras que pasan situaciones como la mía. Tenemos que hacer una red de cuidado entre nosotras.
Las manos se siguen levantando a medida que avanza la tarde. Se habla de las condiciones de trabajo, de los estigmas en la calle, los maltratos. De un patriarcado que no tiene fronteras y un Estado que las impone para expulsar en lugar de incluir. Una ley vigente que no se lleva a la práctica. Una Policía que persigue, que criminaliza, discrimina.
¿Cuánta sangre más hace falta derramar para que vean? Lourdes, migrante boliviana, ex trabajadora del taller Luis Viale, viene a denunciar el trabajo esclavo de las costureras trabajadoras de los talleres textiles. Cerrado en 2006 tras el incendio en el que murieron seis de los sesenta y cuatro migrantes que vivían allí en condiciones de explotación que rozaban el trabajo esclavo, el caso de Luis Viale sacó a la luz la situación de muchos otros talleres textiles. Sin embargo, desde entonces reclaman justicia. Y la justicia, ya sabemos, es patriarcal y capitalista. Tras 13 años de impunidad, el mes pasado le devolvieron la llave a los dueños, responsables del incendio. Los únicos presos son los dos capataces que llevaban adelante el día a día del taller. Ni responsables del Gobierno de la Ciudad, ni cómplices de la Policía, ni los dueños de las marcas de ropa, fueron investigados.
Tienen que entender que no migramos porque tenemos ganas. La precarización laboral, la falta de documentos y la dificultad de acceder a los trámites, la imposibilidad de obtener planes sociales y la sociedad xenófoba eurodescendiente ubica a lxs migrantxs en trabajos esclavos y mal pagos. Si migramos es porque venimos de territorios hostiles que nos expulsan.
Se cierra el debate llamando a la unión de lxs migrantes y a la escucha activa de lxs locales para poner herramientas a disposición y luchar en conjunto por el cumplimiento de los derechos humanos.
“La lucha ecológica es una lucha política”
En la Facultad de Ciencias Astronómicas se reunieron las comisiones del taller de Ecofeminismo. Tuvieron lugar las exposiciones de referentes territoriales de la “Red de defensoras del ambiente y el buen vivir”, representantes de distintos puntos del país como Tucumán, Salta, Chaco, Chubut, Río Gallegos. Pero también reunió a compañeras hermanas para contar las problemáticas del desierto de Atacama Chile, y la falta de agua potable y de la Selva de Bolivia afectada por la quema del Amazonas en Brasil.
El cruce particular del ecofeminismo busca interseccionar las agendas comunes entre ambientalismo y la perspectiva de género a través del sistema educativo, jurídico, y en las esferas económicas y políticas a nivel nacional y regional. Ecofeminismo comparte los aportes de la teoría de la economía feminista sobre la ética del cuidado a las personas y la naturaleza. Ya que la violencia ambiental es una de formas de la violencia de género.
¿Por qué no es lo mismo ser ecologista que ser ecofeminista?
Porque hay un cuestionamiento hacia la matriz que vincula patriarcado con ecocidio y es el que se intenta transformar en favor de los sectores populares para el buen vivir, la distribución de la riqueza y la soberanía alimentaria. Esto desarma las raíces del sistema económico actual: consumismo en exceso, generación de basura, dependencia hacia las empresas que se adueñan de los suelos públicos.
El fin de una ecología naif es la práctica política. La micromilitancia que sirve intervenir en las decisiones gubernamentales a nivel macro. La defensa de los territorios y recursos naturales está atravesada por un modelo económico extractivista, cortoplazista y trasnacional.
Algunas de las estrategias posibles surgen de las propias experiencias de quienes participan: desde la educación crear materiales didácticos que apuesten a esta perspectiva, la promoción de leyes que respalden el patrimonio como son los glaciares a través de presupuesto mínimos que se exigen al Estado, la puesta en acción de esta red para garantizar más comisiones específicas que conecten las regiones.
Una entrada al feminismo en provincias donde la religión católica es hegemónica y mayoritaria se da por medio de la educación ambiental. Una coordinadora del área de división de residuos expresó respecto a la situación en Tucumán: “le entrás por las tres R (reducir, reutilizar, reciclar) y las sacas aborteras”.
“Cuestioná tus privilegios de especie”
Profundizando un poco más, encontramos que el cuidado del medio ambiente, tiene que ser necesariamente un cuidado hacia las especies que son explotadas para el consumo humano, este fue el objetivo del conversatorio que se suma al Encuentro: el Taller de Antiespecismo. La remera de una de las moderadoras reza: “Cuestioná tus privilegios de especie” cuando levanta el megáfono para organizar las cientos de personas que llegan al aula 8 de la facultad de Bellas Artes. Algunos de los focos del debate fue la construcción de un piso común:
Si el feminismo es interseccional, no puede ser racial. Así como el sujeto del feminismo es mucho más amplio que “las mujeres”, las víctimas del especismo son muchos más que los animales. Debemos generar estrategias para pensar otros modelos económicos, que no exploten a otres. ¿Por qué nos horroriza la violencia entre humanxs pero no la violencia que ejercemos sobre otras especies? Pensar hasta dónde llega nuestra empatía.
Les participantes provienen de distintas militancias: el veganismo, Voicot, proteccionista de animales, de la economía social y nutricionistas. Los puntos de partida son distintos pero se condensan en la relación entre feminismo y anti especismo. La interseccionalidad, surge de una activista afroamericana Kimberlé Williams Crenshaw, propone ir contra el racismo y las múltiples opresiones: descartar la discriminación por especie, por raza, por etnia, de clase. Significa correrse de la órbita del deseo de la humanidad por controlar todo.
En un nuevo encuentro multitudinario, las ferias de artesanxs y producciones independientes ocuparon las plazas. Las calles liberadas al paso feminista hablan de una multitud que se condensó a las 18.30 hs del domingo. Del espacio de debate a la acción, las columnas se preparan para iniciar la marcha caracterìstica del Encuentro. Treinta cuadras en las que se pueden dimensionar lxs 200 mil compañerxs que avanzan por la ciudad de La Plata. La marcha finalizó pacíficamente, y lxs siete compañerxs que habían sido demoradxs –siempre con las pibas, nunca con la gorra– fueron liberadxs a la madrugada. El 2020, en San Luis, el Encuentro será decididamente Plurinacional y Disidente, y seremos siempre en movimiento, transición, conjunción, para no dejar de encontrarnos incómodas y movilizadas ante tantas preguntas sin responder.