Porno feminista, no sólo un cambio de roles
El Salón Erótico de Barcelona, en su viralizada publicidad de 2018, nos pregunta cómo aprendimos a coger. “Tal vez creas que fue así –un pizarrón de aula que reza ‘Educación Sexual’– pero la verdad es que fue más bien así, ¿no?” y entonces aparece una de las imágenes más familiares de nuestra pubertad: pantalla de televisión de las de antes, rayas de niebla de canal no contratado, tonos grises que dejan vislumbrar y distinguir el ritmo incesante de una relación sexual. Una teta. Una cara de placer. Un pene erecto que entra y sale. Porno. Leer más