Me dicen que las cosas están cambiando, pero mientras me dicen eso veo que los festivales nos reducen a un 10% de su grilla de artistas, con suerte.
Me dicen que las cosas están cambiando, pero siempre que abro una revista especializada, veo que son varones quienes tienen la voz legitimada para hablar de música.
Me dicen que todo está mejor, que hay más igualdad, pero veo repetirse los mismos nombres generación tras generación, y nosotras no figuramos, no escribimos la historia.
Mientras me dicen que el machismo está desapareciendo, veo que las identidades no cis son completamente anuladas por la norma.
Pero a la vez, veo cómo sí existimos, veo lo que generamos, nos veo apropiarnos de lo que nos dijeron que no nos pertenecía, nos veo militando con los cuerpos nuestra presencia en lugares en las que somos consideradas la otredad, siento el reverb y la distorsión cuestionando, escucho gritar y cantar nuestras causas en el arte.
Nuestra causa es, también, hacer arte. Cuando se es mujer sacar un disco es más que sacar un disco, armar una fecha es más que armar una fecha: es pisar el suelo bien fuerte, con mil veces más de fuerza para que no vuelvan a borrar nuestros nombres de la historia.