POR BELÉN SEVILLA
ILUSTRACIÓN: DIMANGIA
Cuando era chica mis papás me decían muy seguido “qué alunada” o “qué luna te agarraste”. Yo no entendía a qué se referían pero siempre coincidía en momentos en los que yo no quería hablar con nadie, sin mucha explicación, quería aislarme y estar sola. Distancia y que nadie se me acerque.
Cuando empecé a estudiar astrología tuve una fascinación al descubrir las lunas. Cada persona tiene una luna diferente, en aries o en capricornio, con saturno o con plutón, infinidad de combinaciones pero todas se resumen a lo mismo: nuestro refugio.
La luna nos habla de nuestras emociones, cómo reaccionamos cuando nos sentimos vulnerables, donde nos escondemos. Siempre tuve mecanismos de defensa y siempre pensé que era algo mío, que era solo yo la que necesitaba esos momentos de aislamiento. Al descubrir la luna y al escuchar los relatos de mis compañerxs entendí que todxs necesitamos eso, y que todxs tenemos una luna. Algunxs optan por hablar mucho cuando se sienten angustiadxs, otrxs como yo, simplemente huyen o dan un portazo.
Lo interesante también, es que en astrología lo que puede ser una vulnerabilidad, a veces puede ser un talento. Es decir, huir de una situación y no querer hablar no es ningún talento, pero esa energía, en otro nivel, me permitía tener relaciones más abiertas: cuando mis amigxs no entendían cómo podía estar bien con una pareja a distancia, para mi era parte de la normalidad, yo siempre necesitaba cierta distancia para no sentirme agobiada, y eso me permitía tener relaciones diferentes a lo que se esperaba.
La luna en astrología nos habla de nuestra seguridad, de cómo nos vinculamos, es nuestro refugio cuando necesitamos una pausa. Y este conocimiento me permitió repreguntarme: ¿Cómo me vinculo? ¿Qué miedos tengo? ¿Estoy a la defensiva? ¿Dónde me siento segura? ¿Acepto lo diferente?.
Estas preguntas me ayudaron bastante, sobretodo porque la luna hace referencia a nuestra infancia, es nuestra memoria, y muchas veces nos movemos por esas marcas, que nada tienen que ver con el presente, están arraigadas a un pasado, a un miedo que nos obstaculiza y nos pone a la defensiva. Que yo necesite espacio no significa que siempre que tenga que enfrentar una situación tenga una excusa para huir, sin hablar de lo que siento.
Aún me sigue sucediendo, por ejemplo en viajes con amigxs con lxs que paso mucho tiempo, la necesidad de salir a caminar sola o de no hablar por un rato. Ellxs me preguntan “¿Te pasó algo?”, y no, no me pasa nada, solo estoy “alunada”. Ahora lo acepto, necesito conectar conmigo misma y tener un espacio para mi.
–> Para saber tu luna es necesario conocer tu carta natal, es decir, la posición de los planetas el día que naciste. Hay varios sitios en Internet que la calculan, yo recomiendo astro.com